Kepler y Galileo Galilei

     
Telescopio Refractor de Galileo

     
En la publicación de hoy, continuamos con la Revolución científica en el Renacimiento, hoy finalizo esta temática que comencé hace dos semanas escribiendo acerca de otros dos grandes científicos: Kepler y Galileo Galilei.

      No puedo cerrar este tema sin hacer referencia al astrónomo alemán Kepler, el cual dejó preparada la astronomía para que Galileo realizara los famosos postulados que constituyeron la primera gran síntesis de la ciencia moderna. Kepler era un entusiasta de las ideas copernicanas. Estaba interesado en la geometrización del universo, en buscar leyes geométricas que explicaran las observaciones astronómicas realizadas. Maravillado por la armonía del cosmos, planteaba que Dios era un gran geómetra capaz de diseñar un cosmos matemáticamente perfecto, y deseaba descubrir las leyes geométricas que subyacían en el mismo. Empezó buscando una regla que determinara la distancia de los planetas al Sol, y posteriormente, intentó entender los movimientos de Marte y la Tierra. Se dio cuenta de que era importante hacer coincidir las teorías dominantes hasta entonces, que postulaban la esfericidad de los movimientos celestes, con las observaciones astronómicas de Brahe. En consecuencia, consideró que las órbitas celestes podían no ser circulares, y enunció sus tres leyes para el movimiento de Marte (extrapolando de todos los planteas): la órbita es una elipse con el Sol en uno de sus focos, la línea que une los centros de Marte y el Sol barre áreas iguales en tiempos idénticos, y por último el cuadrado  del tiempo en que su planeta recorre su órbita es proporcional al cubo de su distancia media al Sol. Posteriormente, extrapoló la forma elíptica de las órbitas al resto de planetas. 

Esquema de los movimientos de Marte y la Tierra estudiados por Kepler


      Por último, voy a hacer referencia a Galileo Galilei, ya que fue quien representó la auténtica llegada de la ciencia moderna, entendida como conocimiento experimental que desarrolla un método propio para refutar sus hipótesis a través de un proceso deductivo. Convencido copernicano, demostró con sus experimentos los planteamientos del científico polaco  y desmontó la física aristotélica. El método experimental que propuso Galileo representaba un cambio importantísimo en la forma de hacer ciencia. Este método mostraba los pasos que debía seguir el científico a la hora de enfrentarse a los fenómenos naturales e intentar desentrañar sus secretos. En primer lugar, se han de convertir en datos las observaciones realizadas, es decir se deben “matematizar” los  fenómenos observados; no se pueden utilizar términos generales y vagos para obtener resultados fiables, sino que hay que transformar en números aquello que se observa. En segundo lugar,  el científico debe formular una hipótesis que intente explicar lo observado y deducir las posibles implicaciones: es lo que se denomina método hipotético-deductivo. En último lugar, la experimentación proporcionará las pruebas necesarias para confirmar o refutar la hipótesis planteada. 

       Los descubrimientos de Galileo fueron numerosos, pero nos centraremos en las pruebas que aportó para demostrar el heliocentrismo copernicano. Gracias a la utilización de un telescopio pudo observar los astros y descubrió, entre otras cosas, los cuatro satélites de Júpiter ( que funcionaban como el Sistema Solar), las fases de Venus (similares a las de la Luna) o las manchas del Sol. Galileo, fue objeto de muchas críticas: los científicos y la sociedad de la época se mostraban renuentes a desmontar el modelo físico aristotélico (lo que implicaba borrar siglos de tradición físico-astronómica y abrazar un prototipo que empezaba en ese momento a funcionar). Así, por ejemplo, se objetaba que si la Tierra se movía cómo era posible que al dejar caer un cuerpo éste no se desviara (arrastrado por el movimiento de rotación) y caería verticalmente. Esta objeción fue vencida con el argumento de que si se lanza un objeto desde el mástil de un barco que navega caerá verticalmente, puesto que el movimiento es relativo y cuando afecta a diversos objetos, éstos actúan entre ellos como si el movimiento no existiera (principio de relatividad del movimiento). Galileo formuló nuevos principios: como el movimiento de caída libre (todos los cuerpos, independientemente de su peso, caerían a la misma velocidad si no existiera la resistencia del aire), el principio de inercia, que finalmente demostró Newton, o el de los vasos comunicantes, entre otros. 


       En conclusión, podemos observar como todos estos cambios son un gran motivo por el cual hablamos de “revolución científica” en el Renacimiento, aunque también hemos de tener presente que muchos de esos cambios y desarrollos han sido continuación de la ciencia de la Edad Media. Os dejo un documental muy interesante sobre Galileo Galilei y la primera revolución científica (siglo XVII):








He disfrutado muchísimo escribiendo sobre este tema, a veces hemos de alzar la mirada a la Historia de la Ciencia para poder valorar lo importe que es invertir en ella, porque gracias a los científicos el ser humano evoluciona hacia un mundo mucho más seguro y mejor, comprendiendo con más certeza todo lo que nos rodea, entre otros innumerables motivos.
Feliz domingo y feliz semana, bienvenido julio.
Un fuerte abrazo, Leticia. 






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